Entre las aplicaciones de los productos que fabrica Sodira debemos destacar la decoración de jardines y parques con áridos decorativos. Una demanda cada día mayor.

Las ventajas que ofrecen los áridos decorativos son innumerables pero entre ellas destacamos su belleza y su amplia variedad tanto cromática como de formas. Aunque desde un punto de vista medioambiental sus aportaciones son aún mayores.

El empleo de áridos decorativos se extiende cada día más. A la belleza que otorga, desde un punto de vista estético, se unen sus propias ventajas funcionales.

Áridos Decorativos de Sodira Rocas Industriales

Los áridos naturales, así como la propia piedra natural, posee innumerables ventajas. Por resumirlas podemos indicar su solidez, su durabilidad y su belleza. que además implica una gran variedad de formas y colores.

Dependiendo de la utilidad que le queramos dar debemos conocer sus propiedades ya que existen grandes diferencias entre unas y otras.

Entre las principales ventajas podemos destacar, sin ninguna duda, el ahorro de agua. En estos tiempos en los que el agua es cada vez más preciado, poder contar con los áridos naturales nos va a permitir, no solo prescindir del agua sino que ,además, por su propia naturaleza, muchos áridos mantienen la humedad del terreno en mejores condiciones.

Otra de las ventajas que aportan los áridos como elemento decorativo es la propia durabilidad. Gracias a su naturaleza se pueden mantener inalterables de tal modo que, sin apenas mentenimiento, podemos cubrir una zona amplia sin que nos suponga una gran inversión.

 Podemos afirmar que cuando se opta por áridos decorativos de Sodira para jardinería se está apostando por la sostenibilidad, por la gestión eficaz de recursos y, además, por un gran ahorro económico.

Ni que decir tiene que la gama cromática, además de las diferentes granulometrías, van a ayudar a que podamos diseñar jardines según el gusto particular de cada creador. Esta libertad estética es importante porque va a otorgar a cada diseño una impronta personal. La razón por la que los más prestigiosos paisajistas apuestan por los áridos decorativos es, precisamente, por la libertad  reativa que otorgan.